¿Qué son los cachelos?

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¿Qué son los cachelos? Cuando escuchamos la palabra cachelos a todos se nos viene a la mente los ricos platos de la gastronomía gallega que acompañan estas patatas cocidas. Pero… ¿qué son los cachelos? ¿Son simplemente eso? ¿Patatas cocidas?

Cachelos y sus diferentes definiciones

El término cachelos tiene varias definiciones atendiendo a su etimología. En las zonas costeras de Pontevedra y A Coruña entienden por cachelos las patatas cocidas sin piel en agua con sal, aunque también se admite añadir unas hojas de laurel durante la cocción.

Sin embargo, en el interior de A Coruña los cachelos son patatas con piel, troceadas y cocidas en agua con sal.

Era de gran tradición el día de la recolecta de las patatas, recoger unas pocas de similar tamaño de los primeros surcos y cocerlas como se mencionó antes.

Sobre el propio cesto con el que se estaban recogiendo bien limpio y con una cama de paja en el fondo se volcaban los cachelos para escurrirlos.

Se le echaban unas sardinas por encima bien en lata o asadas. Se colocaba el cesto sobre unas piedras y a la hora del almuerzo todos sentados alrededor comían aquellos cachelos con sardinas que ayudaban a reponer fuerzas para seguir con la recolecta.

Hacia el interior de Galicia se conoce como cachelos a las patatas peladas y troceadas cocidas en agua con sal. Para la siguiente acepción, tenemos que remontarnos a la post-guerra civil. Sobre todo, hacia la zona del interior de Lugo.

Eran tiempos malos, de escasez de alimentos, los cachelos, de cacho, pedazo, eran los trozos que quedaban de patata tras cortar los brotes para la siembra. Esos trozos que sobraban se cocían con piel. Comerlos era de pobres porque las familias de bien se los daban a los cerdos cocidos con otros alimentos.

Otra acepción también hace referencia a la patata troceada, pero en este caso debe romper “escachar”, no puede ser cortada totalmente por el cuchillo. Al romper la patata de esta manera, la fécula hace que adquiera un sabor característico diferente a la cortada totalmente con el cuchillo.

Según los alimentos a los que acompañan los cachelos también varía su manera de presentarlos.

La manera más común es adobados con aceite y pimentón, como es el caso de los cachelos que acompañan al pulpo, al lacón, a la “carne o caldeiro”…

Hay incluso quien los cuece en el agua que resulta tras la cocción del pulpo, lo que les da un tono rosáceo a los cachelos y un sabor único. También suelen presentarse para acompañar a pescados y verduras con una ajada (ajo crudo y aceite) o con la típica salsa “a la gallega”.

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